El caso
El Servicio Nacional de Salud (o NHS, por sus siglas en inglés), es el sistema de sanidad público de Inglaterra, el mayor y más antiguo del mundo.
Como proyecto buscó revolucionar el modo en que se utiliza la tecnología en el sector sanitario, allanando el camino para los historiales electrónicos, el escaneado digital y los sistemas informáticos integrados, aplicando estas herramientas en hospitales y centros de atención comunitaria. Hubiese sido el mayor sistema informático civil del mundo.
¿Por qué fracasaron?
Si se tuviera que subrayar el mayor fracaso del proyecto, sería necesario mucho bolígrafo rojo. Hubo discusiones contractuales desde el principio, con constantes cambios de especificaciones, disputas con proveedores y problemas técnicos presentes durante toda la existencia del proyecto. Además de unas previsiones irrealistas, tanto de tiempo como de costes, se sumaron un inadecuado estudio preliminar, la inexistencia de revisiones del progreso del proyecto y una clara falta de liderazgo.
Este proyecto ha sido calificado como «el mayor fracaso informático jamás visto» y como «una escandalosa pérdida de dinero de los contribuyentes». Los cálculos del daño infligido a los británicos fluctúan, aunque se puede decir que, por lo bajo, rondan los 10.000 millones de libras.
Mientras el tiempo aclara cómo un proyecto de carácter netamente político iba alguna vez a poder satisfacer las necesidades locales de las áreas del NHS, resta por ver si el ambicioso proyecto recibirá una segunda oportunidad.
Al final, una buena gestión de proyectos implica una buena gestión de stakeholders, con sus respectivos requisitos y conocer el impacto de los cambios sobre el proyecto durante la vida del mismo.
Autor: Jorge García Fernández, Docente del Máster MBA en Dirección de Empresas y Gerencia de Proyectos de Ingeniería y Construcción de EADIC.