La optimización fiscal es una herramienta que permite realizar cambios en pro del ahorro económico de una empresa; puede ser implementado desde su creación, para comprender su funcionamiento es necesario tener claro el entorno fiscal.
Las empresas al expandir sus recursos por el mundo, venden sus productos o prestan servicios en diferentes países; incurriendo por esto en costes, en una gran variedad de ellos. Uno de los objetivos clave de la empresa es la maximización de los beneficios, la localización de la empresa y los impuestos que deben aplicarse al beneficio bruto; constituyendo un elemento importante y en numerosas ocasiones los impuestos son un factor decisivo para elegir la localización de las empresas multinacionales; teniendo en consideración la falta de armonización fiscal no solo entre las diferentes áreas económicas, sino también entre los distintos países que pertenecen a estas, para explicarlo claramente:
- Los impuestos desempeñan un papel crucial en los presupuestos financieros anuales de los países.
- Debido a la armonización de las políticas monetarias (p.ej., la UE), la política fiscal es una de las pocas políticas que aún puede gestionarse a nivel estatal y casi todos los países se benefician de ello mediante políticas fiscales individualizadas.
Por lo tanto, en la optimización se deben tener en cuenta tanto los impuestos que pueden ser:
- Impuestos directos: Se aplican como resultado de la capacidad económica, la propiedad de activos o los ingresos.
- Impuestos indirectos: Son los aplicados como resultado de una capacidad económica indirecta o la transmisión del patrimonio y establecidos según el consumo o el valor de las transferencias.
Las corporaciones que operan en diferentes países se enfrentan a una gran variación de los impuestos sobre el beneficio. Como no existe una armonización fiscal total en los entornos económicos, cada país establece sus propios tipos impositivos sobre el beneficio y sus reglas de deducibilidad fiscal.
De ahí y basado en el amplio rango de tipos impositivos, como se ha mostrado anteriormente, la gestión fiscal se ha considerado un área clave en los equipos financieros; dado que la optimización de la diligencia fiscal (con un estricto seguimiento de la legislación fiscal) puede ahorrar grandes cantidades económicas.
ILUSTRACIÓN I. OPTIMIZACIÓN FISCAL FUENTE: ANÓNIMA
La optimización fiscal tiene en consideración los siguientes aspectos:
- Ubicación de las filiales: Muchas corporaciones deciden establecer una filial en un país con bajos tipos impositivos o bonificaciones fiscales para las inversiones. Así, las empresas evitan los países con altos tipos de gravamen, a menos que puedan ofrecerles otro tipo de compensaciones, como una mano de obra más económica, mayor productividad, etc.
- Sociedades de control: Una práctica común para ahorrar en impuestos, es el establecimiento de una estructura de control en una empresa global; en la que la empresa accionista (que posee las participaciones de todas las filiales) se encuentra ubicada en un país con bajos tipos impositivos. De esta manera, los dividendos y las transferencias se realizan a dicho territorio para ahorrar impuestos.
Autor: Liliana Grande Lamela. Docente del Máster en MBA en Dirección de Empresas y Gerencia de Proyectos de Ingeniería y Construcción de EADIC.